El calvario de Juan Martín Del Potro tras retirarse del tenis: “Lloro, no duermo y tengo ansiedad”

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El deportista más importante que dio la ciudad de Tandil, Juan Martín del Potro, dialogó con el periodista Sebastián Torok, del diario La Nación, a tres semanas de la exhibición que dará en Buenos Aires ante Novak Djokovic.

En la entrevista, Delpo confesó que «me creía una persona bien parada como para afrontar cualquier cosa que se me podía poner en el camino, pero en este último tiempo aprendí que no soy tan fuerte como creía o como la gente me veía».

El campeón del US Open y la Copa Davis, reconoció que sufre de insomnio, ansiedad y episodios de depresión, y que realiza terapia con frecuencia: «Lloro, no duermo y tengo ansiedad. A veces estoy deprimido y de repente hago mucha más terapia de la que tenía que hacer porque no soy tan capaz de sobreponerme a ciertas situaciones de la vida que me están tocando. Hoy no reniego con sentirme un poco débil. Es lo que me toca y lo voy llevando, a veces mejor, a veces peor», aseguró.

El tandilense relató también las dolorosas operaciones que enfrentó en busca de su recuperación, y los efectos que aún persisten en su vida diaria. «Me operé ocho veces la rodilla. Se supo de cuatro o cinco, pero hubo tres más en privado», admitió. Entre las limitaciones que enfrenta, mencionó que incluso necesita hacer pausas en viajes que antes le resultaban sencillos. «Para ir a Tandil, que son cuatro horas de viaje, tengo que parar en Las Flores para estirar», confesó.

Del Potro explicó que sigue intentando encontrar una solución para el dolor, aunque hasta ahora no ha tenido éxito. «Pasé por ocho cirugías, vi a los mejores especialistas del mundo y probé innumerables tratamientos. La calidad de vida que quiero aún no la logré», concluyó.

Con 22 títulos y 13 finales, una Copa Davis y dos medallas olímpicas, fue el tenista argentino más importante de la historia después de Guillermo Vilas. Su última presentación oficial fue el 8 de febrero de 2022, por la primera ronda del ATP de Buenos Aires. En la nota contó que «yo quería ser número uno. Y sentía que podía serlo. Pero me rompí la rodilla. Me quedó siempre esa… esa espinita de que bueno, no sé, también en la vida por algo pasó lo que pasó y fue un aprendizaje. Pero, después, cumplí por demás las expectativas que tenía con el tenis y para mí fue un honor haber hecho mi carrera al lado de Novak, de Rafa, de Roger, de Wawrinka, de Murray, de Ferrer. Me voy a dormir tranquilo diciendo: ‘Ya estoy, ¿qué más le puedo pedir al tenis?'».Lloro, no duermo y tengo ansiedad”, el calvario de Juan Martín Del Potro  tras retirarse del tenis que alertó a sus fanáticos – Radio Mitre

-¿Necesitabas un último partido de celebración para sonreír en vez de llorar?

-Sí. Mi retiro fue forzado; no fue deseado ni buscado. Conté hace dos años que estaba en un proceso de entender cómo es la vida sin el tenis, porque me cuesta, es la verdad. Hoy me sigue costando. Ahora estoy entrenando para el partido y veo que no perdí potencia, que el drive sigue andando bien y me viene a mi cabeza decir: ‘Tendría que estar en otro lado en este momento o con otra vida de la que estoy llevando’. Ahí es donde hay una lucha que tengo a diario en lo emocional, psicológica y cuando salió lo del partido en Buenos Aires… Hasta la semana previa a mi último torneo tenía la ilusión de volver a jugar, dando un mensaje: ‘Voy a volver al tenis. Me está costando, pero lo estoy intentando’. Y dos días antes [del partido con Delbonis] hablo con mi equipo y le digo: ‘No puedo volver a jugar porque no puedo correr’. Ellos sabían bien el esfuerzo que estaba haciendo; estaba muy medicado, haciendo muchos tratamientos para intentar calmar el dolor y les comuniqué que probablemente iba a ser el último partido de mi carrera. Cuando hice la conferencia de prensa [para anunciarlo], a la noche dormí por primera vez en dos años como nueve horas de corrido. Sentí que me había quitado una gran mochila que venía padeciendo. Esto de: ‘Che, Delpo, ¿volvés? ¿Cómo estás? ¿Te vamos a ver?’. Ese día fue: ‘Hasta acá llegué’. Se dio una despedida muy emotiva, pero creo que mucho más triste que feliz. Y este momento [la exhibición] lo venía postergando. Tenía ideas, propuestas, pero siempre dije que no porque aquello había sido muy movilizante y no estaba preparado. Lo postergaba y lo postergaba… hasta que un día apareció esta idea y fue: ‘Bueno, ¿con quién te gustaría?’. Ahí se me vino enseguida el nombre de Nole por la amistad que tengo con él y porque sé que entiende bien mi situación, todo lo que yo pasé en mi carrera, entiende bien la situación personal y actual en la que estoy. Fue un llamado, una reunión, una cena, ponernos al día y su palabra fue: ‘Delpo, contás conmigo para lo que te pueda ayudar’.

-¿Cómo fue esa charla?

-Hasta antes del último Miami Open él tenía rumores, se corría una pequeña noticia, pero hacía mucho que no nos veíamos. Un día en Miami me dice: ‘Delpo, sé que estás acá, quiero que vengas a cenar y charlemos’. Obviamente cancelé todos mis planes y fui a cenar. Era una alegría volver a verlo y tuvimos una charla increíble, hablando de la vida, de los partidos, de los jóvenes, de Alcaraz y de Sinner… Fue una charla espectacular que en competencia nunca hubiéramos imaginado. Son cosas lindas que te da el tenis una vez que ya no estás ahí peleando por los puntos. Y después de horas de charla y entrando más en confianza, dijo: ‘Bueno, contame de tu vida. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo estás? Hay noticias que circularon, ¿son verdad, son mentira? ¿Cómo estás con eso?’. Después me dijo: ‘Bueno, vayamos al punto. ¿Es verdad que querés hacer tu despedida, jugar un partido en Argentina?’. Le dije cómo me sentía: ‘De una única manera que esto se lleve adelante es si vos tenés ganas de acompañarme ese día. Si no yo emocionalmente no voy a estar preparado para afrontar esto y tampoco estoy convencido’. Y me dijo, así, contundente: ‘Contá conmigo para lo que te pueda ayudar. Tengo Juegos Olímpicos, tengo Arabia [el torneo de exhibición], torneos, esto, lo otro, mi familia, pero de alguna manera te voy a acompañar en tu último rato adentro de la cancha’. Y para mí fue muy emotivo porque un tipo como él, con el calendario apretado que tiene, con las cosas que se juega semana a semana, las miles de ofertas que tiene de todo tipo, que haga un paréntesis y venga por un par de horitas a Argentina para estar conmigo y con la gente, que también lo ama, fue súper especial.

-¿Cómo siguió tu vida con los médicos tras el último partido?

-A los diez días del partido con Delbonis estaba operado. Opté por hacerlo en forma privada, porque había ganado en tranquilidad tras haber dicho que sería mi último partido. La gente ya no me preguntaba: ‘¿Volvés?’. La gente se había olvidado de cómo estaba mi rodilla: me cruzaba en la calle y me decía: ‘¿Qué andás haciendo? ¿Vas a ver a Boca? ¿Vivís en Tandil, en Miami?’. Yo había corrido el foco de volver al tenis. Pero sin embargo seguía apuntando a mejorar la pierna para volver a jugar, obviamente.

-¿Te fuiste del tenis con alguna cuenta pendiente?

-Yo quería ser número uno. Y sentía que lo podía hacer. Pero me rompí la rodilla. Fue un honor haber hecho mi carrera al lado de tantos grandes. Algunos dicen: ‘No, bueno, a vos te tocó la peor época’. Ferrer, tal vez, hubiera ganado dos o tres Roland Garros, pero estaba Rafa. Y si le dicen: ‘¿Querrías jugar en otra época o perder con Rafa en la final de Roland Garros?’, estoy seguro de que diría: ‘Yo elijo lo segundo’. Y a mí me pasa lo mismo. A veces pienso cuál fue el partido más importante que jugué con Roger y lo gané. El partido más importante que me tocó jugar contra Murray puede ser la final de los Juegos Olímpicos [Río 2016], pero el otro puede ser la semifinal de la Davis [2016] y también gané. Y con Novak me pasó lo mismo. Me quedó la espinita de no repetir en el US Open [2018], pero fui a Serbia y ganamos [semifinales de la Davis 2011] y los Juegos Olímpicos [primera ronda de Río 2016] él no se lo olvida más, cuando también gané. Entonces, me voy a dormir tranquilo.

Fuente: Diario La Nación