En el día de ayer, personal de la SubDDI Balcarce allanó nuevamente la Unidad Penal XV del Complejo Penitenciario de Batán, para poner fin a la actividad de delincuentes que mediante el uso de celulares se hacían pasar por policías para extorsionar a sus víctimas.
Los sujetos imputados, los cuales se encuentran cumpliendo una condena por homicidio y privación ilegítima de la libertad, ya habían sido identificados en otro procedimiento llevado a cabo en noviembre del año pasado también por la SubDDI Balcarce.
En aquella oportunidad, se requisó la celda ocupada por padre e hijo, y se los aprehendió también por el delito de extorsión, aunque al estar ya detenidos permanecieron en el lugar sujetos a un nuevo proceso penal.
El “modus operandi” de estos individuos, es crear cuentas de Facebook en la que publican fotografías sugerentes de mujeres, y desde estos perfiles falsos comienzan la primera etapa de captación, la que consiste en entablar contacto con las víctimas, generalmente hombres de edad madura, con los que generan una relación virtual la cual van llevando hacia el contexto sexual.
Para esto, las «supuestas mujeres» envían fotografías y videos de desnudos, y logran que sus víctimas les envíen fotos íntimas a la cuenta, siempre por mensajería privada.
Al alcanzar esta instancia, y una vez que los delincuentes han reunido las capturas de pantalla, a raíz de las conversaciones mantenidas, logran tener suficiente información personal y de contacto de la víctima como para llevar el delito a la siguiente etapa, la de la extorsión.
Previo a esto, y para sorpresa de los damnificados, son bloqueados de Facebook y las conversaciones con las «supuestas mujeres» son borradas, no teniendo más acceso a las mismas.
Tras un tiempo no muy largo, las víctimas son contactados vía WhatsApp por supuestos funcionarios policiales, simulando incluso ser el jefe de la DDI Mar del Plata, a quien le usurparon la identidad colocando una fotografía suya en la cuenta, y comienzan a enviar a los damnificados las capturas de pantalla, para luego intimidar a los mismos y amenazarlos con la realización de causas penales, obviamente ficticias, ya que según le expresan, la mujer que habían contactado y enviado fotografías íntimas era una menor de edad.
Una vez que los delincuentes logran quebrar la voluntad de la víctima, a quien hacen creer que ya se encuentra inmerso en un proceso penal que le traerá grandes inconvenientes y el escarnio social al hacerse públicas las fotografías, los mismos comienzan a exigir el pago de una suma de dinero para de esa manera y dado a su estatus de “jefes de la policía”, le harían desaparecer la causa o “arreglarían” con la querella.
Este es el caso de un vecino de la ciudad de Balcarce que realizó la denuncia en la SubDDI Balcarce el pasado domingo. La víctima, un vecino de Balcarce de 55 años, relató lo sucedido dando cuenta que luego de haber mantenido una conversación por “Messenger” con una supuesta mujer, esta lo bloqueó sorpresivamente, recibiendo posteriormente un llamado telefónico a su celular.
Cuando atendió, un hombre que le dijo ser el comisario José Miguel Ojeda de la DDI Mar del Plata, quien tras un argumento perfectamente estudiado le indicaba que la madre de una menor lo habían denunciado por el delito de “Corrupción de menores y grooming”, ya que la joven le había pasado por Facebook fotografías y videos de desnudos y que por esto le iban a armar una causa grave para que vaya preso.
En el relato, la víctima comentó que este presunto jefe policial le exigía un pago de 30.000 pesos, a los fines de que la denuncia no se hiciera formal. Mientras mantenían esta conversación, la cual nutrían de términos policiales y jurídicos, los delincuentes simulaban sonidos que reproducen los equipos de comunicación policial, ello para dar más credibilidad a su ardid y de esta manera lograr quebrar la voluntad de la víctima.
Es así, que en el trabajo conjunto entre el Ministerio Público Fiscal a cargo del doctor Rodolfo Moure y la SubDDI Balcarce, a cargo del comisario Maximiliano Blanco Río, se procedieron a analizar las comunicaciones recibidas, el análisis de las antenas, obteniendo que las mismas provenían de la Unidad Penitenciaria XV de Batan. Con los elementos de prueba reunidos, el fiscal solicitó la pertinente orden de allanamiento al juez de Garantías, doctor Juan Francisco Tapia, quien tras meritar las evidencias recabadas por la SubDDI Balcarce, ordenó el allanamiento y requisa de las celdas Nro. 13 del Pabellón I, y Nro. 18 del pabellón 4 de la Unidad Penal XV del Complejo Penitenciario de Batan.
Con el apoyo del personal del Servicio Penitenciario Bonaerense, a cargo del prefecto Marcelo Coque, la comisión de la SubDDI Balcarce, llevó a cabo el allanamiento en las celdas de los delincuentes, donde se procedió al secuestro de cuatro teléfonos celulares, tarjetas de telefonía móvil, y documentación donde los malvivientes tenían prolijamente anotados a modos de “legajos” los datos de las víctimas y la inteligencia realizada sobre los mismos, como también frases y qué debían decir invocando artículos y delitos perfectamente estudiados para cuando se comunicaran con los damnificados.
Los sujetos fueron nuevamente procesados por el delito de extorsión, permaneciendo detenidos en la unidad carcelaria hasta la resolución de la Justicia.