Un voraz incendio destruyó por completo una vivienda y un departamento en Quequén, generando pérdidas totales a las dos familias que allí residen.
“Me salvé de milagro, no era el día de irme de este mundo” afirmó Mónica Verdaguer, quien vive en el inmueble que resultó destruido por el fuego generado en la tarde de ayer.
“Estaba descansando porque no concurrí a trabajar al negocio de mí cuñada y sentí olor a algo quemado, cuando vi el fuego arrojé baldes de agua hasta donde pude”, señaló la vecina de Quequén, que con gran angustia sostuvo que «perdimos todo, absolutamente todo, los muebles, la ropa, electrodomésticos, las paredes quedaron muy dañadas, la verdad, necesitamos empezar de nuevo”.
Por su parte, la hija de Mónica, Andrea Manoni, habita en el departamento lindero a la casa y sufrió graves daños producto del siniestro acontecido ayer alrededor de las 14,20.
Expresó que “menos mal que mis hijos de 4 y 6 años estaban en el jardín al momento del hecho, nosotros también perdimos todas las pertenencias”.
La única persona que se encontraba en ese momento en el inmueble de calle 519 al 2700, Mónica Verdaguer, logró despertarse y de inmediato, evacuó la vivienda para pedir ayuda y luego comenzó a combatir el fuego hasta donde pudo.
La mujer reiteraba a cada momento que “perdimos todo” y solicitó la colaboración de la comunidad en general ante este difícil trance. “Necesitamos el aporte de chapas, tirantes y otros materiales de construcción, prendas de vestir porque nos quedamos con lo puesto, mobiliario, etcétera”, enumeró.
Agregó Verdaguer que “esta noche (por ayer) tendremos que irnos a dormir a la casa de nuestros familiares porque las paredes muestran mucho deterioro y no podemos correr riesgos”.
Cabe acotar que quienes tengan la posibilidad de asistir a las dos familias de Quequén que sufrieron las consecuencias del incendio en sus hogares, pueden acercar las donaciones al inmueble de calle 519 al 2763.
Fuente: Ecos Diarios