Diez claves para alimentarte bien «a pesar» del frío

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“En invierno es común querer comer más cantidad y, por sobre todo, alimentos más calóricos para hacer frente a las bajas temperaturas”, comenta Analía Moreiro, licenciada en nutrición especializada en alimentación nutricional para niños, adolescentes y adultos. Sin embargo, aclara que el frío no abre el apetito: “Lo que sucede es que hay mayor deseo de comidas calóricas para contrarrestar el frío, pero no más apetito, por lo cual, un solo plato de guiso será suficiente”.

1. Si comer ensaladas nos da frío, podemos reemplazar las verduras crudas por verduras cocidas y preparar guarniciones, como panaché de verduras, vegetales grillados al horno o a la plancha con un chorrito de aceite de oliva o ensaladas tibias.

2. No abandonemos las frutas. De las tres que se recomiendan por día, tratemos que dos sean cítricos para mantener un buen aporte de vitamina C, la cual fortalece el sistema inmune.

3. El frío no abre el apetito pero, si tenemos esa sensación, podemos comenzar las comidas principales con una taza de caldo de verduras. Además de ayudar a entrar en calor es una excelente fuente de vitaminas y minerales.

4. Si estamos en casa o en nuestro lugar de trabajo con calefacción, no hay motivos para abandonar alimentos frescos, como yogur o frutas, para hacer colaciones entre las comidas.

5. Los mix de frutos secos son ideales para comer fuera de hora, para sumar a un yogur o para agregar a las comidas. Aportan calorías saludables con un alto contenido de Omega 3, proteínas y fibra.

6. No nos olvidemos de tomar agua. Con el frío se bebe menor cantidad de líquido, sin embargo, el agua es fundamental.

7. Los guisos tradicionales suelen aportar muchas calorías y grasa por su alto contenido en carnes, embutidos y panceta. Podemos usar carnes magras y reemplazar la panceta por jamón cocido natural cortado en trozos.

8. Comer en horario es fundamental. Debemos hacer las cuatro comidas principales: desayuno, almuerzo, merienda y cena, respetando las dos colaciones. De este modo, evitamos el picoteo y llegamos a las comidas con menos hambre.

9. Si deseamos algo dulce después de comer, podemos reemplazar los chocolates por una buena taza de capuchino o bien comer una barrita de chocolate amargo con la mayor proporción de cacao puro posible. De este modo disfrutaremos de un rico bocado sin las calorías que aporta el chocolate con leche.

10. Una preparación típica como el puchero puede ser menos calórica si se hierve la carne en olla aparte y se le agregan todo tipo de vegetales y legumbres. Podemos aprovechar el caldo del puchero para beber antes de las comidas.

Por Analía Moreiro, licenciada en nutrición.