Días difíciles los que le tocan atravesar a nuestro país y, por ende, a los ciudadanos.
Venimos de más de dos años en los que se han sucedido unos tras otros los anuncios de aumentos de tarifas, con una inflación imparable y con sueldos que la corren muy de lejos.
Por eso llama mucho la atención la afirmación del presidente Macri, cuando en su discurso de días atrás, afirmó que “veníamos bien”, indicando que “la economía creció dos años seguidos”, que “bajó la pobreza”, que hubo “miles de nuevos puestos de trabajo” y que “el transporte se hizo más accesible”.
Todas esas afirmaciones, parecen ir a contramano de lo que percibe cada ciudadano día a día, cuando ve como el sueldo se le evapora de las manos.
Pero a esta situación que se percibe desde hace tiempo, se le sumó la disparada del dólar, que llegó a estar por arriba de los 40 pesos, con todo lo que ello implica; más inflación e incertidumbre.
Generaba mucha angustia ver numerosos comercios cerrados y otros que aún con las puertas abiertas, no podían cobrar un producto porque desconocían su precio.
Genera mucha angustia no tener la certeza de que la plata alcanzará para llegar a fin de mes.
Genera mucha angustia que el presidente que prometió “pobreza 0”, a casi tres años de haber asumido, nos diga que “la pobreza va a aumentar” y que, por enésima vez, nos pida “un esfuerzo” y que enfrentemos el ajuste con “convicción, alegría y esperanza”.
Seguramente, no debe resultar difícil afrontar el ajuste “con alegría y esperanza” para funcionarios de alto rango que han reconocido tener sus reservas en dólares y fuera del país, pero sin dudas, para el común de la gente, la situación le resulta insostenible.
Si algo ha destacado a esta columna editorial desde el nacimiento de Sendero Regional, es que ha intentado transmitir optimismo y esperanza, pero para ello se necesita de un gobierno que de señales de conocer la salida a esta situación y que se haga cargo de sus innumerables errores, para cambiar el rumbo y no volver a repetirlos.
Desde este lugar, hemos sido sumamente críticos con la corrupción que hubo en nuestro país durante muchos años y celebramos que las causas avancen y que quienes cometieron delitos sean juzgados. Pero también exigimos a quienes pidieron el voto anunciando un cambio y afirmando que tenían el remedio a los problemas del país, que aporten soluciones que nos lleven a vivir un poco mejor y que dejen de escudarse en el gobierno anterior o en las “tormentas” que llegan desde el exterior.
Carlos Laboranti
Director Ejecutivo