En el día de hoy, los argentinos tendremos la maravillosa posibilidad de votar, de elegir a quienes serán los candidatos de los distintos partidos, entre los cuales, en el mes de octubre, podremos escoger para que lleven adelante los destinos del país, la provincia y la ciudad en la que vivimos.
Y destaco como maravillosa esta posibilidad, porque no fueron pocos los años en que nuestro país no pudo votar ni elegir libremente a sus gobernantes.
Es verdad que mucha gente puede sentirse decepcionada, y con razón, por los distintos gobernantes que han ido pasando por nuestro país, pero de ninguna manera debemos renunciar a ejercer este derecho que nos da la Democracia, la cual gozamos de manera ininterrumpida desde hace 40 años.
Si bien en general los niveles de participación en nuestro país han sido altos, y en particular en las localidades del interior como las de nuestra región, en las últimas semanas muchos medios nacionales han fomentado el desánimo y en algunos casos han instado a no concurrir a sufragar.
Cuando vamos a votar no sólo expresamos nuestro apoyo o rechazo a los candidatos y sus propuestas. También manifestamos nuestro acuerdo con los mecanismos que la Democracia nos ofrece para tomar las decisiones colectivas. Pero la participación ciudadana no se reduce sólo a ir a votar. Las elecciones serían inviables sin la participación de los presidentes de mesa para conducir la votación y de los fiscales para controlar lo que ocurre en cada mesa. Sin dudas, las elecciones las hacemos entre todos. Para que funcionen bien, no alcanza con que estén bien organizadas, los presidentes de mesa tienen que presentarse a hacer su trabajo; los electores tienen que ir a votar; y los partidos plantear opciones competitivas y poner fiscales en los lugares de votación.
Otra de las cosas de las que se ha hablado mucho en los últimos días, es de la falta de interés en los comicios de los jóvenes, quienes deben tener en cuenta que su participación desempeña un papel fundamental en el fortalecimiento de la Democracia y es importante que puedan involucrarse de manera informada en el proceso electoral. En un contexto en el que las decisiones que tomarán quienes gobiernan tendrán un impacto directo en el futuro de los jóvenes, es de vital importancia que ellos participen eligiendo a sus representantes y que tomen conocimiento de la relevancia que tienen en el proceso electoral como derecho ciudadano.
Con este mensaje en el día de las elecciones, sólo pretendo concientizar a aquella persona que lo lea, sobre la importancia del voto como herramienta de transformación, siempre recordando que en el cuarto oscuro, cada uno sabe qué elegir. Por eso es importante participar. Si uno no lo hace, está dejando que otros sean los que decidan. No hay que olvidar que la participación ciudadana es determinante para la calidad de los comicios.
Carlos Laboranti – Director ejecutivo.