Debido a las lluvias, se espera una reducción en el área de siembra de girasol

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La siembra de girasol comenzó hace pocos días en el norte del país. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la superficie total sería de 1,65 millones de hectáreas, una baja de 250.000 hectáreas con respecto al ciclo previo. De todas maneras, le entidad destacó que aún se mantiene 40 mil hectáreas por encima del promedio de los últimos cinco años.

En su anterior estimación, la entidad había previsto un área mayor para el girasol, pero este número varió el exceso de lluvias presentes en los núcleos girasoleros del norte y una más desfavorable relación insumo-producto.

Actualmente, el avance de siembra es de un 3,5% a nivel nacional, lo que marca una demora de 14,2% con respecto a la misma semana de la campaña anterior, concentrado principalmente en las regiones NEA y Centro-Norte de Santa Fe, según el informe.

Estas dos regiones, que concentran más del 30% del área destinada a girasol, son las que registran mayor caída en la intención de siembra, y se estima una reducción de área de -30,7 y -17,9 % respectivamente.

«La campaña de girasol se inicia sobre la base de un contexto climático heterogéneo, que va de humedad relativamente excesiva en el sector norte hasta un perfil hídrico limitante en el sur, acompañado de un mayor interés por variedades cuya oferta de semilla es también limitante», remarcó la bolsa de cereales porteña.

En este contexto negativo para esta oleaginosa, desde la Asociación Argentina de Girasol –ASAGIR- buscan incentivar la siembra del cultivo. Para eso, las autoridades de la cadena participaron de una reunión en el Ministerio de Agroindustria de la Nación con el objeto de fomentar el incremento de área.

El avance de siembra es de un 3,5% a nivel nacional, lo que marca una demora de 14,2% con respecto a la misma semana de la campaña anterior

El avance de siembra es de un 3,5% a nivel nacional, lo que marca una demora de 14,2% con respecto a la misma semana de la campaña anterior

En dicho encuentro, desde ASAGIR plantearon que el mejor incentivo a la siembra es el precio ofrecido al productor para la próxima campaña. En ese marco, la asociación propuso una disminución de los impuestos a la exportación para los productos generados por la cadena, lo que aumentaría significativamente la capacidad de pago de los compradores; la reimplementación de los reintegros a la exportación, reponiendo su valor del 0,5% al 3% original; y medidas sanitarias con significativo impacto, pero de mediano plazo, que permitirían incrementar la calidad del producto final y mejoras en la logística de granos.

Las voces de los productores

Según el productor Leandro Rodríguez, de la zona de Charata, Chaco, la baja en la superficie en el norte del país se dio por razones climáticas y económicas.

En cuanto al clima, destacó que faltaba piso en el momento de llevar las labores de siembra. Y con respecto a lo económico, aseguró que el rendimiento que se logra en el NEA no alcanza para ser rentable.

«Gran parte de la superficie que iba a ir destinada para el girasol se modificó para trigo o maíz o directamente serán destinadas para soja o maíz que se sembrarán en diciembre», agregó.

Por su parte, Aldo Riesco, asesor que trabaja en La Pampa y en el oeste de la provincia de Buenos Aires, estimó que se va a hacer menos girasol en esa zona fundamentalmente porque se implantó más área de trigo que años anteriores, por la humedad de los suelos y los márgenes brutos del cultivo.

Riesco aseguró que por los resultados de las elecciones, muchos productores se volcarán a la soja. «Los que van a producir girasol es porque luego se vuelcan a sembrar pasturas para la ganadería o por el clima que se prevé un año con menos lluvias que el ciclo previo», destacó.