Desde las épocas más remotas de la cultura humana se ha manifestado siempre la subordinación de las mujeres respecto a los hombres. Este fenómeno no se ha limitado sólo a concebir la inferioridad femenina, sino que ha trascendido las fronteras de lo racional, hasta llegar incluso a manifestarse mediante comportamientos agresivos, que acreditados por el patriarcado conforman la ya histórica y universal violencia de género.
A pesar de que la violencia hacia la mujer no es en absoluto un fenómeno nuevo, porque tiene un innegable antecedente histórico patriarcal, su reconocimiento, su visualización, y, por tanto, el paso de ser considerada de una cuestión privada a un problema social, sí es relativamente reciente. Actualmente las mujeres cuentan con mayores canales de expresión para realizar la denuncia y en muchos casos, son capaces de entender que están en una posición vulnerable y que tiene derecho a que eso no les suceda.
La Unidad Fiscal de Investigación (UFI) N° 10 de Necochea viene desarrollando un trabajo coordinado entre profesionales interdisciplinarios para atender las denuncias de los casos de violencia de género. En enero de 2017, la fiscalía unificó temas vinculados a: delitos conexos a la trata de personas, contra la integridad sexual, delitos en donde haya habido menores de edad y vinculados a la violencia de género.
En relación a las denuncias de éste último delito, se trabaja coordinadamente entre distintas áreas de la fiscalía y se despliega un tratamiento especial para la víctima. “Lo que se busco es crear un espacio físico en donde todo estuviera en el mismo lugar para que la persona no tuviera que recorrer diferentes espacios para hacer la denuncia. Se crea otro concepto del lugar. Mientras la madre realiza la denuncia, los niños pueden usar un espacio de juegos y una computadora. Además, el policía no está vestido de policía, sino de civil”, explica la Fiscal General departamental Analía Duarte.
Por su parte, el fiscal encargado de la UFI N° 10, Eduardo Nuñez, declara que la creación de este nuevo espacio estuvo recomendado por los procuradores y ha sido muy bien recepcionado por el departamento judicial. “El procurador inauguró el edificio en el mes de mayo. Actualmente contamos con una cámara gesell. La misma consiste en la creación de dos espacios físicos separados por un vidrio. La psicóloga entrevista al menor y los funcionarios se encuentran detrás del vidrio escuchando las declaraciones y el menor no los ve. Lo que se busca es no re-victimizar al menor o a la mujer que realiza la denuncia”.
En este contexto, la fiscalía adopto hace un mes, un Videocolposcopio Digital, el cual consiste en un microscopio especializado empleado en el procedimiento ginecológico de colposcopia destinado a la exploración visual de las evidencias físicas resultantes de agresiones sexuales, que a su vez permite realizar capturas digitales e impresiones de las imágenes observadas. “Antes la víctima tenía que ir a la policía para realizarse este estudio. Una vez más, buscamos que la persona pueda realizar todo lo que tiene que ver con la denuncia en un mismo espacio. Además las imágenes son tomadas en 3D y sirven como material respaldatorio para el debate. Antes el fiscal llevaba un informe escrito y luego la médica iba a declarar. Hoy, además de eso, contamos con una imagen para visualizar las lesiones y el impacto de la prueba es mayor”, explica Duarte.
Por último, Nuñez manifiesta que “todos estos elementos se ponen a disposición para que el trabajo del fiscal sea mucho más eficaz. Además, los jueces acompañan cada vez más a los fiscales en los pedidos de la sentencias en relación a estos casos”.
Por Andrea Molina