A principios de abril, Oscar Martín, vecino de nuestra ciudad realizó el hallazgo de un armadillo terrestre gigante (gliptodonte), en una cava municipal al pie de la sierra “La Barrosa», punto de partida del geoparque Pun Antü. Esta cava en sus comienzos proporcionó tierra tosca para la nivelación del autódromo “Juan Manuel Fangio”. En su proceso aportó una gran cantidad de fósiles que llegaron a conformarse en una colección paleontológica de importancia para la ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Ante el hallazgo, el intendente Esteban Reino se comunicó con su par marplatense Guillermo Montenegro, para solicitar que el equipo de paleontología del Museo Municipal de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia” preste asistencia técnica y profesional, con el fin de rescatar la pieza paleontológica.
Los trabajos de extracción demandaron una logística importante coordinada por Wanda Marín, directora de Gestión Ambiental, que involucró distintas dependencias de la comuna con el uso de maquinaria pesada. La situación de peligro que ofrecía el lugar del hallazgo demandó la construcción de una rampa y plataformas, que demoraron una semana. Eliminado el peligro las tareas de rescate del equipo de paleontología del museo Scaglia, comprendido por Victoria Sarasa, Fernando Scaglia y Matías Taglioretti, comenzaron el 25 de abril y se extendieron hasta ayer, también con la participación de Dario Porrini y Paola Lamacchia del mismo museo, estudiantes de la Tecnicatura Superior en Paleontología de Miramar y el vecino que hizo el hallazgo, Oscar Martín, como invitado especial.
La pieza principal está representada por el caparazón dorsal de un gliptodonte, al cual se suman restos del estuche caudal, anillos caudales, mandíbula, vértebras y costillas. El caparazón se encontraba recostado sobre uno de sus laterales, posición que no permite el vaciado de sedimento del interior de la coraza, por lo cual el bochón final tiene potencial de contener más restos en su interior que ayudarán a determinar con mayor precisión la especie recuperada. En cuanto a la edad se estima Pleistoceno inferior a medio, esto es 2.5 a 1 millón de años atrás. Este animal se encontró en el interior de su antigua madriguera, una paleocueva de 1.1 metros de diámetro, razón por la cual es más difícil determinar su edad relativa, ya que las cuevas se emplazan en estratos más antiguos.
Durante las tareas de excavación se hallaron y extrajeron restos de otras dos especies de gliptodontes junto con restos de roedores que permitirán completar aún más el conocimiento de la fauna prehistórica de Balcarce y la zona.
Estos nuevos hallazgos paleontológicos, sumado a las islas de biodiversidad que representan las sierras de Balcarce, entusiasman a la gestión municipal, con la creación de un Museo de Ciencias Naturales. Los restos recuperados permanecerán en Balcarce donde serán preparados y curados a la vista de las personas que visiten el Geoparque Pun Antü.
Imágenes extracción restos gliptodonde: cortesía de Carlos Montefusco.