Cómo empoderar a todos los actores de una empresa

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Melisa Tripano es Contadora Pública Nacional. Desde hace 8 años se desempeña como coordinadora de grupo profesionales de Estudio Laboranti. Una de sus principales tareas es ofrecer servicio personalizado a los clientes a fin de brindarles un buen asesoramiento contable y administrativo.

En el contexto actual es clave que los trabajadores de cualquier empresa se sientan empoderados para resolver conflictos y tomar decisiones. Lo que sucede es que,  muchas veces, el líder no confía en su equipo o no termina de generar este empoderamiento en los equipos de trabajo.

Para lograr acciones de empoderamiento, se necesita implementar nuevos comportamientos y nuevas formas de pensar tanto para líderes como para colaboradores. El empoderamiento es un proceso activo. Implica entrenar o enseñar a los miembros del equipo a autoservicio, a adaptarse, a tomar decisiones y a administrar tiempos y organización de trabajo.

Para comenzar a activar este tipo de cambios dentro de una empresa, te mostramos ocho claves para empoderar al equipo en una organización:

Sinceridad y honestidad para crear confianza. Es fundamental que las personas confíen en su líder y en la organización, una relación de confianza recíproca.

Transmitir objetivos claros y compartir/intercambiar ideas para lograrlos. Esto facilita la comprensión de la meta y hace que los miembros del equipo de sientan que “forman parte”, lo cual los fortalece y permite una mayor identificación con lo que se quiere conseguir.

Confiar en la gente, darles responsabilidades y estimularlos a tomar decisiones con información dada. Esto fomenta la capacidad de análisis y el sentirse protagonistas del proyecto.

Valorar realmente a los colaboradores. Es muy importante que la gente se sienta valorada, y esto está íntimamente relacionado con líderes que escuchan y preguntan. Del intercambio de ideas del equipo surgirá la mejor decisión.

Dar premios y reconocimientos. Cuando alguien cumple el objetivo es esencial premiarlo por la tarea bien realizada, darle un reconocimiento. Por el contrario, si no se hubiera cumplido la meta, habrá que buscar qué dificultad se presentó en el procedimiento: el problema no es la persona.

Delegar tareas entretenidas y no solo las más pesadas o aburridas. Esto se refiere a tareas en las que la persona pueda “lucirse” y demostrar sus habilidades, ya sea a nivel interno (en su propio equipo) como externo (con otras áreas o con clientes).

Dar feedback permanentemente. Es importante que el colaborador sepa que su trabajo se mira y, por lo tanto, se reconoce cuando se hizo algo bien y se ajusta lo que sea necesario, de manera de poder llegar a la meta en forma eficiente.

Lograr que la gente disfrute su trabajo. Esto se consigue desde diversos aspectos: con tareas diferentes, desafíos para poder crecer y desarrollarse, un ambiente de trabajo cordial y distendido (en lo anímico) y espacios agradables (en lo edilicio/espacio físico) en los que dé gusto estar. Fomentar el relacionamiento de los miembros del equipo, si fuera posible, procurando espacios de encuentro distendido (desayunos, after office, etc.).