A sus 83 años, “Coco” Rasmussen es un verdadero ejemplo de trabajo, perseverancia y amor al trabajo.
Christian Rasmussen, quien había llegado de Dinamarca y Manuela Berrutti, oriunda de Santamarina, trabajaron y vivieron en el campo, hasta que pudieron ser dueños de una porción de tierra.
Tuvieron tres hijos, Juan “Coco”, Edel y Ceferino “Pibí” quienes aprendieron a trabajar y querer la tierra, y lograr ser una de las familias con más arraigo de nuestra localidad.
Coco, luego de casarse con Nelly Kolle, formó su familia en La Dulce. Nunca vivieron en el campo, pero Coco fue todos los días de su vida a trabajar y hoy, a sus 83 años, lo sigue haciendo.
Quien ande a las 8 de la mañana en el camino que va hasta su campo, lo podrá cruzar en su jeep IKA celeste, despacito y por la orilla, como zulky sin patente.
En el año 1961, compraron una cosechadora Boffelli a don Ceferino Jensen. Desde ese año, todos los Rasmussen y sus descendientes, han levantado la cosecha, con mucho trabajo, “no nos enseñaron otra cosa”, dice orgulloso al rememorar el legado que le dejaron sus padres y es lo que le quiere transmitir a sus nietos, “que sepan lo que es el trabajo del campo, que estudien lo que quieran, pero que sepan trabajar en el campo”. Y lo logra, sus descendientes, orgullosos, lo siguen, lo acompañan y disfrutan como él de la ceremonia de la cosecha.