Acompañados por sus padres, en la sala de espera del consultorio los chicos aguardan a ser llamados con la cabeza inclinada hacia adelante. Están mirando una pantalla. Este hábito omnipresente está haciendo que cada vez sean más los padres con chicos desde los cinco años que consultan por dolores de espalda y de hombros, rigidez en el cuello, cefaleas, náuseas, parestesias (hormigueo en las manos) y dificultad para respirar.
Antes no había casos de adolescentes ni de niños, aproximadamente el 25% de este segmento de pacientes llega motivado por esta patología postural asociada con el uso excesivos de dispositivos móviles, como celulares y tablets.
Lo que sucede con el uso excesivo de celulares o tablets es que los músculos del cuello tratan de compensar la curvatura cervical y de mantener la cabeza en una posición normal, creando una fuerte tensión en la musculatura paravertebral, que sostiene el peso excesivo de la cabeza durante mucho tiempo. Esa tensión hace que esta se fatigue y los músculos terminen contracturándose. Si eso se mantiene en el tiempo, se puede adquirir una patología crónica en el cuello y eso puede desencadenar una serie de síntomas que generan mucho malestar.
Lo más importante es la toma de conciencia del problema, tanto por parte de los padres como de los chicos .En segundo lugar, también es fundamental que el paciente tome ciertas medidas ergonómicas. Es imprescindible evitar el sedentarismo al que invitan los dispositivos móviles facilitando el entretenimiento sin necesidad de moverse. En este punto es crucial el rol de los padres.Es importante también que los adultos los incentiven a hacer deporte, porque es así como fortalecen sus músculos cervicales de manera más natural y los mantienen en movimiento.
Horacio Sarramea – Médico especialista en Traumatología