Cambios de temperatura: cuáles son las enfermedades más comunes y cómo cuidarse

0
132

Cuando reinan las bajas temperaturas, es usual que se inicie un período en el que las enfermedades más comunes empiezan a proliferar.

Durante los meses de invierno, la población más vulnerable son los niños menores de cinco años y los adultos mayores. Cabe destacar que la mayoría de las enfermedades invernales son causadas por virus, y otras por bacterias; a esto hay que sumar que los cuidados deben extremarse porque, al ser respiratorias, son de fácil contagio entre las personas.

Resfrío: Su duración es de tres a cinco días y provoca síntomas como congestión o secreción nasal, tos, estornudos, dolor de garganta, fiebre baja y dolores de cabeza.

Gripe: Su duración es entre cinco y diez días. Presenta síntomas similares al resfrío, pero más intensos con dolor muscular y fatiga.

Bronquitis: Puede ser una bronquitis aguda, o bien una bronquitis crónica que se agudiza en la época. Se presenta con tos persistente con expectoración, fiebre, cansancio, decaimiento, dificultad para respirar y dolor en la parrilla costal.

Faringitis: Se manifiesta con dolor de garganta intenso, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular e inflamación ganglionar en el cuello.

Neumonía: Es la principal causa de internación en esta época del año. Presenta fiebre alta, dolor de espalda, tos con expectoración y malestar general con presencia de dolores musculares.

Conociendo y detallando las enfermedades más recurrentes, es posible establecer las formas más recomendables para evitar el contagio y la propagación de gérmenes.

En ese sentido, se recomienda:

– Ventilar la casa durante el día, aproximadamente unos 20 minutos.

– Cubrirse la boca al toser o estornudar usando el antebrazo.

– Lavar de manera habitual las manos con agua y jabón.

– Evitar cambios de temperatura bruscos.

– Evitar el contacto directo con personas contagiadas.

– Consumir alimentos con alto porcentaje de vitamina C, como kiwi, cítricos, brócoli, espinaca, tomate y repollo, por mencionar algunas.

– Utilizar pañuelos descartables, ya que evitan los riesgos de «reinfectar» a través de las manos.

Cecilia Avancini – Médica pediatra