Tras el vencimiento del decreto que congeló, a mediados de agosto, los precios de los combustibles y del barril de crudo por 90 días, las empresas petroleras decidieron aplicar un nuevo aumento de 5% a partir de esta madrugada. La que avanzaron primero fueron YPF y Shell, como suele ocurrir, pero se espera que el resto de las compañías también ajusten los valores en los surtidores en las próximas horas.
El Gobierno ya había decidido no prorrogar el congelamiento meses atrás, cuando esta decisión le generó conflictos con las empresas y los gobiernos de las provincias del sur que llegaron a instancias judiciales. De hecho, en septiembre –con el decreto vigente– autorizó una suba de 4% y a fines de octubre, otro 5 por ciento. Con esos incrementos, las subas acumuladas alcanzaban el 24%, bastante por debajo de la inflación y la suba del dólar.
Con este incremento, el litro de nafta super en los surtidores de YPF pasó de $47,79 a $50,19 y el litro de nafta premium pasó de $55,14 a $57,94. A su vez, el diesel común se incrementó de $44,74 a $46,99 y el diesel premium, de $52,34 a $54,99.
En el caso de la empresa Raízen, propietaria de las estaciones Shell, los nuevos precios en las estaciones de la ciudad de Buenos Aires son de $50,64 para el litro de nafta super; $58,56 para el litro de nafta premium; $49,34 para el diesel común y $55,98 para el diesel premium.
Aún con el último aumento de 5%, el atraso respecto del precio de importación ascendía al 17%, por lo que todavía había margen para seguir ajustando. La intención de las empresas es ir haciéndolo de a poco hasta llegar, a fin de año, a cerrar la brecha. En diciembre habrá otra suba, ya que además de esta recomposición gradual que el sector quiere hacer, el Gobierno ya avisó que ajustará los impuestos otro 6 por ciento. “Vamos a esperar el descongelamiento y ahí analizar qué hacer. Pero la idea es aprovechar la ventana hasta el cambio de gobierno para achicar un poco más la brecha”, reconocieron desde una petrolera.
En la previa, desde otra de las empresas privadas del mercado aseguraron que se esperaba la definición de YPF. “Hay que ver qué hacen ellos. En este contexto económico, nadie se puede mover demasiado a riesgo de quedar desfasado de los precios del jugador principal y perder mercado. En tiempo de bonanza hay un poco más de libertad, pero en este escenario dependemos del líder”, explicaron.
“El miércoles termina el plazo establecido por el decreto que congelaba los precios desde el 12 de agosto. Hay grandes posibilidades de que haya una actualización de los precios de los combustibles el jueves, de entre 5% y 6%”, había dicho el martes Gabriel Bornoroni, presidente de Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), en declaraciones a Radio La Red.
Decreto de congelamiento
Luego de las PASO y con la profundización de la crisis económica, el Gobierno decretó el congelamiento de los combustibles por tres meses teniendo como referencia los valores al 9 de agosto, con un tipo de cambio en torno a los 45 pesos (sin embargo autorizó los dos aumentos arriba detallados).
La medida se dispuesto por un Decreto de Necesidad y Urgencia, luego de no acordar con las principales empresas del sector. Si bien en un principio, el Gobierno anunció que utilizaría como base la Ley de Abastecimiento de1974, se sancionó mediante un DNU que generó una fuerte resistencia por parte del sector petrolero y de los gobiernos provinciales, que se presentaron ante la Justicia con diversos amparos. La primera firma que actuó fue Vista Oil & Gas, cuyo CEO es Gastón Remy, pero luego le siguieron las otras, que presentaron, a través de la Cámara Argentina de la Energía (CADE), una demanda en reclamo de la inconstitucionalidad de la norma.
En medio de la incertidumbre, las compañías pusieron en stand-by sus inversiones en la cuenca de petróleo y gas no convencional neuquina y están a la espera de ver cuáles son las definiciones que adopta el gobierno de Alberto Fernández en materia energética. Esperan saber qué hará el nuevo gobierno con el precio de los combustibles y del barril de petróleo, ya que trascendió de varios interlocutores la intención de potenciar el desarrollo de Vaca Muerta, pero para que esto suceda las empresas necesitan que se les garantice “un precio razonable”, según dicen en el sector.