La evolución de plataformas del estilo «a demanda» generó nuevas formas de consumir medios audiovisuales. Además, en el campo de las aplicaciones, se asiste a un «salto» desde la computadora de escritorio a los teléfonos inteligentes, lo que facilitó el acceso a estas en cualquier lugar y momento. Si a eso se le suman valores de obesidad infantil y sedentarismo crecientes en todo el mundo, el combo tecnología + falta de actividad física + sobrepeso parece ser letal.
En eso probablemente fundamentó la Organización Mundial de la Salud (OMS) sus primeras recomendaciones sobre el uso de pantallas en la primera infancia. Se basan en que los niños de menos de un año no deben ser expuestos a ningún tipo de dispositivo electrónico. Además, aseguran que los niños de dos a cuatro años tampoco deberían tener más de una hora por día de lo que llaman «tiempo de pantalla sedentario», que incluye juegos de computadora o televisión.
En un momento en que la obesidad representa una amenaza creciente para la salud pública y que el 80% de los adolescentes no son lo suficientemente activos físicamente. La OMS estimó necesario difundir una lista de buenos hábitos para menores de cinco años, un período crucial para el desarrollo de un estilo de vida.
Para los bebés de menos de 12 meses, el organismo recomienda al menos 30 minutos de actividad física diaria, incluyendo en posición ventral para aquellos que todavía no caminen. No hay que mantener a los bebés en un carrito, en una silla alta o en la espalda de alguien durante más de una hora ininterrumpida, y tienen que dormir entre 12 y 17 horas diarias.
Para los niños de uno a dos años, la agencia de la ONU aconseja tres horas de actividad física por día, no más de una hora de «tiempo sedentario de pantalla», y al menos 11 horas de sueño.
Y para los de tres a cuatro años, las tres horas diarias de actividad física deben incluir al menos una hora de movimiento «de moderado a vigoroso», en tanto el tiempo dedicado a las pantallas no debe superar tampoco una hora.
En la Argentina, los últimos datos disponibles dan cuenta de que el sobrepeso aumentó de 21,1% a 26,6% y la obesidad, de 14,5% a 22,7% entre las niñas, niños y adolescentes
La situación epidemiológica de sobrepeso y obesidad infantil en Argentina es muy preocupante. Es una epidemia que está creciendo y que hoy afecta a más de uno de cada tres niñas, niños y adolescentes. La recomendación de la OMS es lo que todos pregonamos, pero es difícil de llevar a la práctica. Y lo que ocurre es que más allá del uso de pantallas en los niños el problema es cuánto usan las pantallas los cuidadores de ese niño; porque además, si se quiere que el chico use menos tecnología, por ende el adulto tiene que estar disponible para guiarlo y acompañar el juego.
Los menores de dos años no deberían estar frente a ningún tipo de pantalla y luego se debe pautar la cantidad de horas. Los niños están en etapa de crecimiento y la masa ósea se fortifica también por el movimiento. El sedentarismo lleva a formación de grasa y al debilitamiento de la masa muscular y, a su vez, de los huesos.
La composición corporal se modifica de tal manera que si se toma como referencia a nuestros ancestros se verá que eran más fuertes y eso es porque se movían más. En el ser humano, la función hace al órgano y además el movimiento y la actividad física liberan sustancias que modifican el estado de ánimo y el humor.
¿Cuándo permitirlas? Son útiles al viajar en avión, por ejemplo, donde a veces en un vuelo largo los niños están limitados al movimiento y es necesario entretenerlos, siempre seleccionando el contenido adecuado a la edad y el tiempo recomendado, aunque siempre se puede optar por objetos lúdicos, dibujos, masas o stikers para evitarlas. Hay aplicaciones con filtros para niños, como rompecabezas, juegos de asociación, memotest y musicales que son más adecuados que los videos híper estimulantes o aquellos dibujos animados donde las palabras y el lenguaje es incoherentes para la edad.
Verónica Schoj – Médica, especialista en medicina familiar