Un trabajador feliz es el resultado de la suma de distintos factores y de disposiciones que otorga el empleador, como la remuneración, los beneficios, la flexibilidad, la posibilidad de crecimiento y el ambiente laboral, entre otros elementos.
Por esta razón, las empresas buscan, cada vez más, lineamientos que interpreten los requerimientos y deseos de los empleados para una devolución que sea sinónimo de motivación y compromiso.
En los tiempos que corren, la cultura de la felicidad es promovida por las empresas con el propósito de afianzar la filosofía corporativa y aumentar la rentabilidad. De este modo, los empleados que estén felices y conformes en sus puestos laborales lo podrán reflejar en sus trabajos diarios.
La realidad es que, cuando los trabajadores están felices y a gusto con el ambiente en el que trabajan, producen más, se muestran más motivados, se comprometen con la empresa y los objetivos de la misma, y también afianzan su sentido de pertenencia.
Para lograr todo esto, es importante tener en cuenta que las relaciones interpersonales son muy importantes. Es necesario fomentar el respeto y buen trato, un clima de trabajo ameno, considerar las ideas propuestas por el personal, aplicar políticas de beneficios y generar un espacio de contención dentro de la empresa.
Alcanzar la felicidad laboral es el ideal para cumplir y desarrollar de la mejor manera las obligaciones cotidianas.
Carlos Laboranti
Director Ejecutivo